- Que las dos partes enfrentadas quieran resolver su conflicto y se comprometan en el proceso de
mediación.
- La MEDIACIÓN exige un esfuerzo y una implicación en el proceso, ya que el mediador no da soluciones, no tiene
varitas mágicas, no impone acuerdos. En la MEDIACIÓN se habla de problemas, de malos entendidos, de desencuentros … por eso en ocasiones las sesiones son duras, pero a diferencia de cuando esas
discusiones se inician en casa y no van a ninguna parte, en la sesiones de mediación se habla de todo esto para aclarar, clarificar, entender, redefinir el conflicto en otros términos. En la
mediación se trabaja cambiando esas dinámicas para avanzar y salir de situaciones estancadas.